La mandíbula está conectada al cráneo por medio de una articulación que actúa como bisagra, esto es llamado articulación temporomandibular y hay una a cada lado de la cara. Los trastornos temporomandibulares (TMD) son un grupo de afecciones musculoesqueléticas y neuromusculares.
La articulación temporomandibular (ATM), es la articulación que conecta la mandíbula inferior con el cráneo y están ubicadas a lado y lado de la cara frente a las orejas.
Los trastornos de la articulación temporomandibular, abreviados como TMD o TMJD, se refieren a cualquier dolor y disfunción en las articulaciones o los músculos que los rodean. De acuerdo con el Instituto Nacional de Investigaciones Dentales y Craneofaciales, es probable que aproximadamente 10 millones de estadounidenses sufran de este trastorno y es más común entre mujeres que en hombres.
En la articulación temporomandibular, interactúan gran parte de los huesos las cuales están cubiertas de cartílago y están separadas por un pequeño disco que absorbe los golpes, lo que hace que los movimientos sean suaves. potenciales del TMD:
– Infecciones – Traumas – Estrés – Erosión (desgaste) de la articulación
Es necesario conocer que normalmente la articulación temporomandibular puede generar ruidos sin dolor, siendo completamente normales y no requieren tratamiento. Sin embargo, existen algunos síntomas los cuales deben ser evaluados por un médico en caso de presentarlos, puesto que podría ser un trastorno temporomandibular.
Algunas veces los trastornos de la articulación temporomandibular pueden ser difíciles de diagnosticar. No existe un protocolo que indique unos pasos, simplemente se basa en la medida de los hallazgos de la historia clínica y el examen físico, puesto que las causas y síntomas no son exactos. 1. Rayos X 2. Tomografías computarizada 3. Resonancia magnética.
a. Terapias
b. Medicamentos
a. Botox
b. Infiltraciones
d. Artroscopias
e. Cirugía de articulación abierta