Cuando nacemos venimos con los dientes de leche que aún no han obturado, es decir no han salido; sin embargo, si estos se pierden demasiado pronto (no se mudan cuando viene el otro diente), los dientes que quedan se pueden mover y obstruir la salida de los permanentes. Adicionalmente, el tratamiento para prevenir la caries, tratarla y evitar perder los espacios podría salir más costoso.
La caries en la primera infancia, está asociada a la ruptura o destrucción del esmalte dental en los dientes de leche. Siendo el esmalte la superficie exterior del diente que es dura y está conformada por diferentes minerales. La caries dental la podemos ver como agujeros en los dientes.
La caries dental en niños o en la primera infancia es también llamada caries de biberón o del lactante y es la enfermedad infecciosa más común en la infancia, sobre todo en niños alrededor de los 5 años. No obstante, también puede iniciar en edades tempranas después de la erupción de los primeros dientes (6 – 12 meses de edad)
Con los años se ha convertido en un problema sanitario, puesto que afecta a poblaciones menos favorecidas, afectando a bebés y niños de edad preescolar en todo el mundo, tanto en países desarrollados como en los que están en desarrollo. En estos países donde se presenta población vulnerable por pobreza y desnutrición, se ha estimado que el 85% de los niños desarrolla caries de la primera infancia.
Los dientes que se ven afectados normalmente son los frontales, pero es posible, que algunas veces en niños preescolares puede afectar los molares. Inicialmente, pueden aparecer manchas blancas cerca de la línea de las encías y algunas veces es difícil verlas, pero si se detectan a tiempo es posible que se pueda evitar una caries. Si no son detectadas, pueden ir empeorando y empiezan a verse las manchas amarillentas o marrones, posteriormente agujeros y al final dientes rotos que van a requerir un procedimiento.
La caries en niños tiene una etiología multifactorial, es decir, que puede ser causada por diversos factores como lactancia artificial o natural, alimentación, objetos que llevan a la boca, dulces y todo tipo de azúcares, o carbohidratos, puesto que, en cualquiera de los casos los microorganismos que están en la boca o entran a esta interactúan con los azúcares en la superficie del diente, produciendo un ácido como resultado de su metabolismo y desmineralizan el esmalte dental, esto genera placa dental, con el tiempo sarro y finalmente la caries.
También, están los factores genéticos en la conformación o formación del esmalte, la desnutrición también puede afectar el estado de los dientes, y la más importante una mala higiene dental o no contar con hábitos de higiene adecuados y constantes que minimicen el crecimiento bacteriano, dado que, se suma la falta de exposición al flúor, como ayuda para combatir las bacterias y mejorar el esmalte.
Lo anterior se ha asociado mucho a niños con padres de escasos recursos, migrantes o muy pobres, en donde la exclusión social, las diferencias socioculturales, las creencias y la educación, juegan papeles importantes para que se presente la caries en la primera infancia.
Sin embargo, en algunos niños con acceso a diferente tipo de alimentos no se controla su consumo y el alto contenido de azúcares, refrescos, dulces, frutas a horas no adecuadas, cereales, pan o carbohidratos procesados, hacen los medios ideales para el desarrollo y crecimiento bacteriano, sumado a unos hábitos de higiene bucal deficientes.
Cada niño puede manifestar la caries de manera diferente, además, también dependerá de la edad. Algunas características que le podrán ayudar a detectar una caries son:
Los síntomas de la caries dental y las caries varían de un niño a otro. Las caries no siempre causan síntomas. A veces los niños no saben que tienen una caries hasta que su odontólogo la encuentra. Pero el niño puede llegar a sentir:
El tratamiento definido por el odontopediatra o el profesional en salud bucal especialista, dependerá de los síntomas, la gravedad de la infección, la edad y el estado general de salud del niño:
Los tratamientos pueden ir desde preventivo cuando no existe mucho compromiso, no invasivo en lesiones que no han entrado al diente, mínimamente invasivo cuando se debe realizar restauración e invasivo.
Generalmente lo que casi siempre se requiere, es retirar la parte del diente que tiene la caries y ponerle un empaste, que ayuda a reparar el daño; esto también es llamado restauración.
Después de los 6 meses de edad, podemos ayudar a prevenir estas caries a nuestros hijos o como cuidadores de infantes. A continuación, brindamos información que podría ser útil:
o Desde el nacimiento hasta los 12 meses, se debe limpiar la boca del bebe suavemente con una toalla limpia, especial para bebes y cuando erupcione el primer diente puede usar un cepillo especial para bebés y una gota de crema dental con flúor, si así lo determina el odontopediatra.
o De los 12 a los 36 meses, se debe cepillar los dientes mínimo 2 veces al día durante 2 min, usando una pequeña cantidad de crema con flúor, hasta los 3 años. Se sugiere cepillar los dientes después del desayuno y antes de acostarse. Asegúrese de que su niño escupa toda la pasta de dientes de su boca. No necesita enjuagarse con agua.
o Entre los 3 y 6 años de edad, debe continuar con la cantidad de crema indicada por odontopediatra, pero debe ser con una concentración de flúor diferente y mínimo el cepillado dos veces al día, complementando con el uso del hilo dental como mínimo una vez por día. El tiempo de cepillado debe ser mínimo durante 2 minutos. Asegúrese que escupa todo y no trague nada de crema dental.
En las primeras etapas, la caries de la primera infancia se puede revertir con el tratamiento de un dentista u otro profesional de la salud bucal. Desafortunadamente, debido a que las primeras etapas pueden ser difíciles de ver, en la mayoría de los casos el deterioro de la primera infancia no se detecta hasta las etapas posteriores y más graves.
En este momento no se puede revertir y es posible que el niño requiera de un tratamiento específico, posiblemente invasivo y que puede llegar a ser doloroso. Revise los dientes de su hijo con regularidad. Si ve algo inusual, haga una cita con el dentista.
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