USO DE AINEs EN ODONTOLOGIA

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Uso de AINEs en odontología

El dolor dental es una de las causas más frecuentes de consulta en odontología. Puede ser originado por diversas causas, y es común que los pacientes busquen medicamentos para aliviarlo por su cuenta, antes de asistir a consulta con el dentista. Los AINEs son medicamentos ampliamente usados para aliviar el dolor dental. A continuación, te contamos todo sobre el uso de estos medicamentos en odontología.

¿Qué son los AINEs?

Los Antiinflamatorios No Esteroideos (AINEs) son una familia de medicamentos con propiedades antiinflamatorias, analgésicas (alivio del dolor) y antipiréticas (alivio de la fiebre). Están disponibles para su dispensación con y sin prescripción médica, puesto que también son de venta libre.

¿Qué medicamentos son AINEs?

La aspirina, el ibuprofeno, el naproxeno, el diclofenaco y el celecoxib son los AINE más empleados para el manejo del dolor dental. Es importante recordar que de acuerdo con la región en la que se encuentre el paciente, existe una variedad de medicamentos con nombres diversos comerciales que contienen AINE. Por eso, siempre que se adquiera un medicamento de venta libre, es importante leer las etiquetas del mismo para conocer sus componentes.

¿Cómo funcionan los AINEs?

Los AINE actúan bloqueando la producción de ciertas sustancias químicas en el cuerpo que causan inflamación. Al solucionar la inflamación, producen un alivio del dolor, por lo que su mayor efectividad se da en dolores producidos por un proceso inflamatorio.

¿Para qué se usan los AINEs en odontología?

En general, los AINE son empleados con frecuencia para tratar afecciones como la artritis, los cólicos menstruales, los dolores de cabeza, los resfriados y la gripe. En odontología, los AINE son muy utilizados en las siguientes situaciones:

Alivio del dolor y la inflamación posterior a procedimientos quirúrgicos.
Como adyuvante después de procedimientos odontológicos que se enfocan en tratar el dolor dental.
Para reducir la inflamación y el dolor durante procesos infecciosos.
Alivio del dolor dental.

¿Los AINEs curan el dolor dental?

En odontología, el dolor puede ser originado por muchos motivos, sin embargo, la mayoría de veces se debe a caries (hoyos en los dientes), enfermedades de las encías, infecciones, abscesos o inflamación del nervio que se encuentra al interior del diente (pulpitis). Otros casos menos frecuentes de dolor dental o bucal pueden ser ocasionados por tratamientos de ortodoncia, bruxismo, quistes o tumores.

Muchas veces los dolores podrían ocurrir en momentos en los que no es posible acceder a atención odontológica oportuna, por lo que los pacientes suelen automedicarse. Por eso, es importante aclarar que los AINEs funcionan bien para aliviar el dolor odontogénico, pero no curan la causa del dolor. Por eso, es indispensable asistir cuanto antes a consulta con un dentista, quien se encargará de tratar las enfermedades que generan el dolor. Si sólo se trata el dolor y no se resuelve la causa, el problema podría progresar hasta generar pérdidas dentales o infecciones severas.

¿Debería usar AINEs para manejar el dolor dental?

Como se mencionó anteriormente, los AINE son empleados en diversas situaciones. En pacientes sanos, que no presenten alergias a los AINE, que no se encuentren en estado de embarazo y tampoco consuman otros medicamentos, es posible usar AINE sin prescripción médica para manejo del dolor dental sólo como una medida temporal, hasta que sea posible acceder a atención odontológica. Sin embargo, aunque es menos efectivo, se sigue prefiriendo el uso de paracetamol debido a que se considera un medicamento más seguro y con menor cantidad de efectos adversos.

No obstante, no es recomendable tomar medicamentos sin prescripción médica, por varios motivos:

Los efectos del medicamento y su seguridad pueden variar según la condición del paciente: la edad, embarazo, enfermedades, uso de otros medicamentos. Todos estos factores deben ser analizados por el médico u odontólogo tratante antes de prescribir los medicamentos.
El desconocimiento de la posología (dosis, frecuencia de administración y duración del tratamiento) puede generar efectos adversos graves.
El dolor es la forma en que el cuerpo avisa que hay algo que no se encuentra bien. Tratar únicamente el dolor dental sin tratar la causa, puede enmascarar o esconder enfermedades que pueden avanzar y complicarse si no son detectadas a tiempo. Por eso, se recomienda que, en caso de usar AINEs para el dolor dental, esta sea solo una medida temporal para aliviar la molestia en el momento, y que el paciente busque atención odontológica lo más pronto posible.

¿Los AINEs son seguros?

Los AINEs son medicamentos que generalmente son seguros si se consumen bajo prescripción médica, a bajas dosis, por periodos cortos de tiempo y con moderación. Sin embargo, su uso crónico o desmedido con el tiempo puede causar algunas afecciones. Del mismo modo, en pacientes con algunas enfermedades o que ingieren otros medicamentos, como los anticoagulantes, el uso de AINEs puede ocasionar efectos adversos graves. Por lo regular, se suele preferir el uso de AINE para manejo del dolor antes de prescribir opioides, debido a que estos últimos tienen riesgo de generar farmacodependencia.

¿Cuáles son los efectos secundarios de los AINEs?

Aunque a dosis bajas los AINEs se consideran medicamentos seguros, pueden presentarse algunos efectos secundarios, entre ellos: dolor de estómago, estreñimiento, diarrea, gases, acidez estomacal, náuseas, vómito y mareos.

¿Qué sucede si uso AINEs para el dolor dental pero no consulto con mi odontólogo?

La mayoría de enfermedades dentales son prevenibles y sencillas de solucionar si se tratan en sus etapas iniciales. El dolor dental significa que hay alguna enfermedad que está avanzando, atacando el cuerpo o dañando los dientes y los tejidos que los sostienen. Si sólo se trata el dolor, sin solucionar la causa del mismo, las enfermedades dentales pueden progresar hasta llegar a etapas muy avanzadas que pueden en ocasiones extremas, comprometer la vida del paciente. Además, cuanto más avanza una enfermedad, más complicado es su tratamiento, por lo que la mejor idea es asistir cada 6 meses a consulta odontológica preventiva y visitar al dentista en casos de presentar dolor dental.

Recomendaciones para el uso de AINEs en odontología

¿Cuándo evitar el consumo de AINEs?

Aunque en pacientes sanos los AINEs son medicamentos seguros, hay varios casos en los que debe evitarse el consumo de estos medicamentos, y sólo deberán usarse si el médico u odontólogo tratante así lo determina, luego de realizar un balance entre los riesgos y los beneficios de uso:

Pacientes alérgicos a los AINEs.
Pacientes que sufran de gastritis o tengan antecedentes de úlcera o sangrados gástricos.
Pacientes embarazadas, especialmente en el segundo y tercer trimestre de embarazo.
Pacientes hipertensos o que hayan sufrido un ataque cardíaco hace menos de 6 meses.
Pacientes que consumen medicamentos anticoagulantes o presentan trastornos de coagulación.

Otras recomendaciones

No se recomienda el uso de aspirina en niños, y aún menos cuando presentan algún tipo de enfermedad viral, ya que se ha demostrado que puede causar daño hepático y cerebral grave.
Nunca consumir dosis mayores a las prescritas por el profesional de salud, ya que esto no aumenta su efectividad, pero sí incrementa de forma considerable el riesgo de presentar efectos secundarios.
No combinar AINEs, debido a que esto incrementa el riesgo de toxicidad y efectos secundarios graves.
En pacientes que consumen AINEs, buscar atención médica inmediata si experimentan dolor de pecho, falta de aire o problemas al respirar, debilidad en una parte o lado del cuerpo o dificultad súbita para hablar.
En lo posible, no usar AINEs para el dolor relacionado con los tratamientos de ortodoncia, ya que estos pueden detener el movimiento dental y retrasar el proceso. En caso de que el dolor sea muy fuerte, se prefiere el uso de acetaminofén.

Conclusiones

El dolor es una especie de “alarma” que tiene el cuerpo para avisar cuando algo no anda bien. Los AINEs son medicamentos muy útiles para controlar el dolor, pero en lo posible debe evitarse su uso sin prescripción médica por los motivos mencionados anteriormente. Además, es importante que los pacientes sepan que no basta con aliviar el dolor si no se soluciona la causa subyacente, debido a que problemas de salud oral como la caries, la enfermedad periodontal, infecciones, tumores y quistes podrían progresar y convertirse en situaciones cada vez más graves y difíciles de tratar.

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