IEn ortodoncia se usan los brackets para corregir los dientes y los huesos que han quedado mal posicionados en la boca, generando problemas en las encías, mordida y desgaste inusual de los dientes, afectando su funcionalidad y estética. Muchas personas buscan estos tratamientos para corregir los problemas que pueden presentar o mejorar su estética dental y así lucir mejor, mejorando su autoestima y salud oral.
Estos frenos realmente son similares a los metálicos, realmente ambos corrigen los problemas de posicionamiento o apiñamiento que presenten los dientes. Su color es transparente o del color de los dientes para combinar con sus dientes naturales.
Debido a que los Brackets de cerámica son más grandes, es posible que cause mayor sensibilidad en las encías. Como resultado, se dificulta limpiar adecuadamente alrededor de los Brackets, provocando inflamación de las encías o que estas se recojan, si el cepillo no llega adecuadamente..
Están fabricados con acero inoxidable, mueven los dientes y los alinea correctamente. El bracket metálico, es un aparato fijo de ortodoncia que va cementado al diente. Su función es la transmisión de fuerzas para poder alinear los dientes. Son el método más económico para alinear los dientes y mejorar tu sonrisa.
Si quieres estética y no quieres que se vea metal cuando sonríes, esta opción es la menos recomendable.
Es mucho mayor los Brackets cerámicos que los metálicos, en promedio, el tratamiento completo (visitas, Brackets, instalaciones y equipos, profesional odontólogo especializado y seguimiento) tiene un valor de: cerámicos entre $3000 y $7000, mientras que los frenos metálicos cuestan entre $1700 y $6000, según cada caso, el tiempo y la región en la que se encuentre.