Las infecciones en la cavidad oral se pueden originar por múltiples motivos como condiciones genéticas, tener alguna enfermedad que comprometa el sistema inmune y esté debilitado, otras enfermedades metabólicas como Diabetes, y/o una extracción dental, o finalmente por enfermedades en las encías que no son tratadas oportunamente.
El absceso dental es una infección ocasionada por el ingreso de bacterias al centro del diente (la pulpa) y puede propagarse de la raíz del diente hasta los huesos. Generalmente, se manifiesta como una bolsa de pus bacteriana formada alrededor del diente y afectando a los otros dientes.
Se puede presentar desde una caries hasta una fisura dental, acompañado de una mala higiene oral permitiendo el ingreso de bacterias. Causas como:
Caries dental severa
Lesión en el diente
Extracción dental
Implante dental
Enfermedad de las encía
Las infecciones dentales se pueden tratar fácil y oportunamente; sin embargo, cuando no se atienden se corre el riesgo de desarrollar:
Osteomielitis
Celulitis
Sepsis
Endocarditis
Meningitis bacteriana
Trombosis del seno cavernoso
La osteomielitis surge como consecuencia de una infección crónica periapical o por patologías que obstruyen el flujo sanguíneo, conduciendo a la muerte ósea y necrosis. Su clasificación se da según el tiempo, naturaleza y característica.
Es posible que antes de diagnosticar o iniciar cualquier tipo de tratamiento, su odontólogo realice ciertos exámenes diagnósticos que le permita orientar adecuadamente su manejo. Algunos ejemplos de exámenes diagnósticos pueden ser: radiografías, tomografía computarizada, inspección en el lugar de la infección y/o pruebas térmicas para identificar la sensibilidad de la encía.