La leche es un alimento considerado fundamental en la dieta de las personas -sobre todo en la primera etapa de la vida- por sus propiedades nutritivas que aportan distintos beneficios a la salud en general.
La leche es fuente de distintos minerales, proteínas y vitaminas que contribuyen al bienestar integral. No obstante, también tiene sus efectos adversos.
¿Cuáles son los beneficios de la leche para la salud dental? ¿Qué efectos nocivos puede provocar el consumo no acertado? Estos son los interrogantes que marcan la ruta de esta nota.
¿Cuáles son los beneficios de la leche para los dientes?
La leche es fuente de calcio y otros nutrientes necesarios para el desarrollo óseo y dental.
El calcio es importante para la formación y desarrollo dental, así como en la remineralización del esmalte dental, lo cual contribuye a tener una sólida estructura dental, ayuda en la prevención de caries y la protección de las encías.
El esmalte dental es la capa externa protectora de los dientes y está compuesto por hidroxiapatita, sustancia derivada del calcio. Cuando se pierde calcio, su consecuencia es la desmineralización de la pieza dental, el esmalte se debilita y el diente es más vulnerable a la caries y otras lesiones dentales.
La deficiencia de calcio en la dieta puede contribuir a la inflamación de las encías y aumentar el riesgo de desarrollar enfermedades periodontales, como la gingivitis y la periodontitis.
¿Cuáles son los otros minerales y vitaminas de la leche?
Caseína, fósforo, potasio y vitaminas A, D y K, entre otras, están presentes en la leche. Estos minerales y nutrientes que ayudan a conservar la salud oral y también tiene efectos positivos en otros aspectos del bienestar.
¿Cuál es el beneficio del consumo de leche para la salud oral?:
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- La caseína es una proteína que forma una capa alrededor de los dientes y evita que las bacterias se adhieran al esmalte dental, con la posterior formación de placa y caries. Además, neutraliza los ácidos producidos por las bacterias, reduciendo el riesgo de daño al esmalte y también ayuda en la reparación de los músculos, los tejidos y la piel.
- El fósforo, en combinación con el calcio, forman la hidroxiapatita, mineral y material biológico que proporciona resistencia y protección a los dientes contra los ácidos que producen las bacterias y previene la desmineralización de las piezas dentales. Además, es el componente fundamental del esmalte dental.
- Las vitaminas A, D y K contribuyen a la buena salud de las encías y facilitan la absorción del calcio.
- La vitamina A ayuda a la formación y al mantenimiento de dientes, tejidos blandos y óseos, membranas mucosas.
- La vitamina D regula los niveles de calcio en los dientes, asegurando la mineralización adecuada del esmalte dental. Tiene propiedades antiinflamatorias que ayudan en la prevención de enfermedades periodontales, como la gingivitis.
- La vitamina K actúa en la coagulación sanguínea adecuada, fortalece los tejidos conectivos de la boca, previniendo la recesión de las encías y la perdida de los dientes.
Los excesos no son buenos… incluso con la leche
El consumo regular de leche trae beneficios para el cuidado de la salud oral. No obstante, es importante tener en cuenta los efectos de la lactosa en los dientes.
La lactosa es un tipo de azúcar que se puede fermentar en la boca y propiciar lesiones en el esmalte dental y caries.
Para prevenir este posible efecto adverso de la leche, es necesario tener una práctica de higiene oral adecuada. Si los restos de lactosa y otros azúcares permanecen en la boca durante mucho tiempo, proporcionan un entorno propicio para que las bacterias afecten los dientes.
¿Qué opción tienen las personas que no toleran la leche?
Quienes tienen deficiencia de lactasa -la enzima que descompone la lactosa- pueden experimentar una mayor acumulación de lactosa en la boca, incrementando el riesgo de lesiones dentales.
Las personas que presentan esta intolerancia pueden consumir otros alimentos que también son fuente de calcio, tales como:
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- Aceitunas
- Almendras
- Avellanas
- Brocoli
- Col rizada
- Derivados lácteos (queso, yogurt)
- Garbanzos
- Lentejas
- Sardinas